La comarca de Cariñena es muy conocida por sus vinos, pero cuenta con un importante patrimonio, una buena gastronomía y fiestas de interés turístico que cada vez atraen a más visitantes.
Cariñena es vino, pero también patrimonio, naturaleza, gastronomía y tradición. Cariñena es una comarca que tiene mucho que ofrecer y que lucha, cada vez con más fuerza, por hacerse un hueco en el mapa del turismo aragonés y español. Por eso viajamos hasta esta región, situada a pocos minutos de la ciudad de Zaragoza, para descubrir sus encantos, su hostelería y su gastronomía de la mano de una de las personas que mejor conoce esta tierra: Sergio Ortiz, presidente de la comarca Campo de Cariñena y alcalde de su capital, Cariñena.
“La comarca Campo de Cariñena tiene bastantes singularidades. El paisaje de los viñedos es espectacular, y cuando llega el otoño es un mosaico de colores precioso. Los amantes del deporte y la naturaleza pueden disfrutar de la Sierra de Algairén, en la que cada vez se hacen más rutas senderistas y de BTT, y del Valle del Huerva. También tenemos patrimonio interesante, incluso mudéjar, como las torres de Paniza y Longares, y fiestas de interés turístico. Este año, por ejemplo, se celebran los 350 años del dance del Paloteo de Longares, que se va a celebrar por todo lo alto los días 2 y 8 de septiembre. Y, por supuesto, la Fiesta de la Vendimia o el toro de ronda de Cariñena”, asegura Ortiz.
Pero si por algo es conocida Cariñena es por sus vinos, tan presentes en esta comarca que en la Fiesta de la Vendimia,declarada de interés turístico, la fuente de esta localidad cambia el agua por esta bebida, que sale por todos sus chorros para asombro de los visitantes.
“Cariñena se conoce en toda España gracias a sus vinos, pero todavía hay lugares en los que se tiene el recuerdo de los vinos de Cariñena recios y de alta graduación, un estigma contra el que tenemos que luchar, porque hoy en día en esta zona se hacen unos vinos de primera calidad, reconocidos y premiados”, pone en valor el presidente de la comarca y alcalde de Cariñena, quien destaca que incluso hay una variedad propia de la zona: “Hay que destacar que cada vez se está apostando más por vinos monovarietales y concretamente por la variedad Cariñena, que lleva el nombre de nuestra ciudad y nuestra Denominación de Origen, que es algo que no ocurre en ninguna otra denominación del mundo. Es una variedad que está en países como Australia, Sudamérica o en Francia y aquí resulta que la llamamos Mazuela. Tenemos que empezar a ponerla en valor y queremos que este proceso culmine en 2020 con un concurso mundial”.
Y aprovecha para mandar un mensaje reivindicativo: “Parece que Zaragoza se resiste a que los vinos aragoneses estén en la hostelería. Yo creo que hay vinos que no tienen nada que envidiar a los de otras regiones, afortunadamente cada vez es más fácil encontrar buenos vinos en esta tierra. Tenemos que potenciar lo nuestro y en la hostelería se debería ofrecer más vino de Aragón”.
Pero el vino no es solo fuente de la economía y el empleo en la zona, sino también un argumento más para atraer visitantes a la zona. “El vino nos está sirviendo como nexo en el relato de venta de nuestro territorio a nivel turístico. Estamos trabajando mucho el enoturismo y tenemos una de las 30 rutas del vino certificadas en España. Hemos dado formación a todos los establecimientos que conforman la ruta del vino y cada vez tenemos más visitantes. En 2017 tuvimos 18.000 visitantes en bodegas y museos y por la oficina de turismo pasaron más de 11.000 personas”, indica Ortiz.
Otro argumento importante, cómo no, es la gastronomía, algo que cada vez tienen más en cuenta los turistas a la hora de buscar destino. “La gastronomía es una parte fundamental para el turismo. El último recuerdo que tenemos cuando viajamos es si comimos bien o no. Tenemos muchos restaurantes destacados, desde asadores a establecimientos de cocina tradicional aragonesa, pasando por bares de tapas y de vinos, que cada vez se van especializando más y cuentan con casi todos los vinos de la Denominación de Origen”, explica el presidente de la comarca.
Y, para poner en valor la gastronomía, no hay nada más importante que la hostelería, un sector que está mejorando cada vez más en Cariñena: “Ha habido una mejoría muy importante en la última década. Los profesionales presentan los vinos en la mejor copa y a la temperatura más adecuada… Es muy importante, porque los hosteleros son los embajadores de nuestro vino y de nuestro territorio, los interlocutores con cualquier visitante que llegue a nuestra zona. Trabajamos con ellos en temas de formación y a los que forman parte de las rutas incluso se les audita”.
El turismo, toda una experiencia
En Cariñena, cómo no, también apuestan por el turismo como una experiencia con actividades y rutas que unen cultura con gastronomía o enología. “Desde la Ruta del Vino se han sacado ayudas para que las bodegas y establecimientos hagan actividades. El año pasado, se hizo una cata bajo las perseidas que fue premiada como una de las mejores experiencias turísticas de Aragón. Y ahora estamos trabajando en un proyecto muy bonito con las comarcas de Belchite y Valdejalón para hacer una ruta gastronómica que va a llevar el nombre de Goya y de Juan Altamiras, que fue un monje franciscano que nació en La Almunia y murió en Cariñena. Fue coetáneo del pintor aragonés y en 1745 publicó un libro de recetas titulado ‘Nuevo arte de cocina’ que fue tan copiado y novedoso que muchos le consideran el cocinero más importante del siglo XVIII. Por eso en esta ruta se elaborarán platos y tapas basados en la cocina de este monje”, finaliza Ortiz.
Rutas del Vino; D.O. Cariñena
Desde Zaragoza, por la N-330, Muel es el primer punto de parada, por partida doble, En primer lugar porque es uno de los municipios acogidos a la Denominación de Origen y, en segundo, porque guarda interesantes lugares que visitar.
Continuando trayecto, Longares y su torre mudéjar ejercen de segundo punto de parada obligada. A ocho kilómetros escasos se encuentra Cariñena, cabeza visible de la comarca. En su entramado urbano, y siempre uniendo turismo con vino, resulta imprescindible visitar la Casa de la Viña y el Vino, donde se encuentran las oficinas del Consejo Regulador, una Sala de Catas y el Museo del Vino o la Fuente de la Mora –de la que mana vino en la Fiesta de la Vendimia, el segundo domingo de Septiembre-.
Existen varias bodegas que habitualmente plantean visitas guiadas por sus instalaciones mostrando “in situ” las particularidades de cada una de ellas. Entre las más destacadas de esta zona vitivinícola están: Bodega Señorío de Aylés, Grandes Vinos y Viñedos, Bodegas Añadas, Solar de Urbezo, Bodegas San Valero, Bodegas Monfil, Bodegas del Señorío y Bodegas Virgen del águila.
Rutas del Vino
Aragón cuenta con cuatro Denominaciones de Origen, cuatro epicentros turísticos en los que poner en práctica esta disciplina, y descubrir sorbo a sorbo los secretos del vino.
Además de los vinos acogidos a estas cuatro Denominaciones, se producen en Aragón otros caldos que bajo el sello de Vinos de la Tierra destacamos: Valle del Cinca, Bajo Aragón, Ribera del Gállego-Cinco Villas y Ribera del Queiles.
l Vino; D.O. Campo de Borja
Borja es la capital de la comarca y alberga algunos de los atractivos más destacados de esta zona como un importante patrimonio arquitectónico que pasa por la Colegiata de Santa María.
Otra importante manifestación del arte barroco en Borja viene de la mano del Convento de la Concepción, catalogado desde 1983 como Monumento Nacional. Del mismo estilo es el templo de Santo Domingo, y la iglesia de Santa Clara.
En cuanto a la arquitectura civil, la Casa Consistorial que preside la plaza de España, la Casa de las Conchas, que recibe sus nombre por la forma de los clavos que adornan su puerta, la Casa de Dª María de Aguilar, un palacio renacentista aragonés, y la Plaza del Mercado, centro comercial histórico. A 5 Km., el Santuario de Misericordia, en cuyas proximidades está la cueva de Moncin, Patrimonio de la
Humanidad desde 1999, dentro del conjunto conocido como “Arte Rupestre del Arco Mediterráneo”.
Uno de los destinos más solicitados es, sin duda, el espacio Protegido del Parque Natural del Moncayo. Del Monasterio de Veruela a la Fuente de los Acebos, en pleno macizo montañoso y de ahí al Santuario del Moncayo, a más de 1.600 metros de altitud, forma uno de los recorridos más interesantes de la zona.
Diecisiete son los pueblos que, junto a Borja, dan vida a esta comarca. Así Fuendejalón muestra al viajero la iglesia de San Juan Bautista, Magallón la iglesia de San Lorenzo o Mallén sus casas solariegas, son representantes de los muchos atractivos del Campo de Borja.
Visitas imprescindibles son las de las bodegas más significativas de esta Denominación de Origen como: Bodegas Aragonesas, Bodegas Borazo, Crianzas y Viñedos Santo Cristo de Ainzón, Bodegas Bordejé y Bodegas Caytusa.
Rutas del Vino; D.O.Calatayud
Calatayud, Conjunto Histórico y Monumental desde 1967, ejerce las funciones de cabeza visible de una comarca repleta de posibilidades y atractivos turísticos. El casco urbano de esta ciudad muestra al viajero diversas construcciones de carácter religioso entre las que se encuentra la Colegiata de Santa María o la iglesia de San Andrés, uno de los primeros templos levantados tras la reconquista, la iglesia de San Pedro de los Francos y la iglesia de Ntra. Sra. De la Peña.
Pero la comarca de Calatayud recoge otros recursos turísticos como la ruta mudéjar. Ateca con una de las más singulares torres mudéjares de Aragón, son muestra de ello. En Tobed, la iglesia de Sta. María es una de las joyas de mudéjar aragonés. Villalba y los restos de su mezquita, la iglesia de Belmonte, la torre Mara y algunos vestigios que se encuentran en Orera y Ruesca, son sus principales embajadores.
No hay que olvidar la visita a las bodegas más destacadas con la Denominación de Origen Calatayud: Bodegas y Viñedos de Jalón, Bodegas San Alejandro y Bodegas Langa Hnos.
Rutas del Vino; D.O. Somontano
Barbastro centraliza en el Festival del Vino, uno de los mayores acontecimientos del año que se celebra a principios de agosto. A esto hay que añadir, los distintos recursos de su entorno más próximo como naturaleza, historia y arte.
Además de atravesar los cañones de la Sierra de Guara, visitar el Parque Cultural de Río Vero y sus pinturas rupestres, callejear por Alquézar o visitar lo más destacado de Barbastro, hay que tener en cuenta el foco vinícola de esta relevante denominación.
Las bodegas cuya Denominación de Origen Somontano resultan imprescindibles a la hora de realizar visitas son: Bodega Pirineos, Viñas del Vero, Bodegas Lalanne, Blecua y Bodegas Fábregas.
La cocina aragonesa
La huerta del valle es artífice de los chilindrones, tanto de pollo como de cordero, y guisos de tomate, ajo, pimientos y cebollas. El pan se aprovecha para elaborar las clásicas migas -acompañadas de uvas, chocolate, chorizo, o longaniza, y sopas, especialmente las de ajo. Del cerdo se aprovecha absolutamente todo. Subsiste una gran tradición en la matanza del cerdo, del que se obtiene el mondongo, nombre con el que se agrupa los diferentes productos que de él se obtienen. Platos típicos son las magras con tomate, elaborado con jamón crudo, morcillas de sangre, arroz o cebolla, longanizas y chorizos, tortetas, bolas y fardeles, aderezados con pimienta, canela y piñones, etc. Otras partes del cerdo como el morro, el rabo, las orejas y las patas se utilizan en infinidad de platos y guisos. Destacan los potajes de boliches, con oreja y morro.
Con el cordero, que se cría en las vertientes del Pirineo, se prepara el ternasco asado sobre un lecho de patatas aliñadas con ajo y perejil, plato aragonés por antonomasia. Las brasas se emplean para asar costillas, y el popular cordero a la pastora o a la caldereta, es un guiso a base de alcachofas, cebollas, patatas, etc.
En cuanto al pescado, es muy variada la preparación de la trucha pirenaica. Otro plato típico son los huevos al salmorrejo, elaborado con lomo de cerdo, huevos, chorizo, longaniza, espárragos, jamón, etc.
Entre los postres, destacan los melocotones de Calanda y de Calatayud, en vino tinto, las célebres frutas escarchadas de Aragón, las natillas con bizcochos, etc.
Aragón, con sus más de cien mil hectáreas de viñedo, es la cuarta región española en cuanto a la extensión del cultivo, y la octava en lo que se refiere a la producción. Existen varias Denominaciones de Origen, la del Campo de Borja, Cariñena, Calatayud y Somontano. Además de los vinos acogidos a estas Denominaciones se producen también otros caldos bajo el sello de Vinos de la Tierra repartidos por varias comarcas: Valle del Cinca, Bajo Aragón, Ribera del Gállego, Cinco Villas y Ribera del Queiles. En esta guía hemos incluido la Ruta del Vino en Aragón señalando en cada pueblo las bodegas que previa cita se pueden visitar.
Que es el Vino de Cariñena
El vino Cariñena Denominación de Origen es un vino que se produce en la Comarca del Campo de Cariñena, en la Provincia de Zaragoza
La ubicación de los viñedos, sobre todo los que están a mayor altura, que están en terrenos muy pedregosos, dan unas características únicas a estos vinos de Aragón.
Por esta razón se autodenomina el Vino de las Piedras. Es además, junto con la de Jerez, la Denominación de Origen más antigua de España en cuanto a vino se refiere (1.933).
El terreno está compuesto por suelos pedregosos, aluviales, silíceos, con poca sal, sueltos y permeables.
Características de los vinos
La situación de las vides que están a mayor altura (800m) y las que están a alturas más bajas (400m) dan un rico contraste.
Con un clima continental muy marcado por la ausencia de grandes montañas en los alrededores, como en otras DO Aragonesas como es el caso de los vinos del Somontano (consulta aquí las bodegas del Somontano) y los vinos del Campo de Borja, dan grandes variaciones de temperatura, tanto de invierno a verano, como del día a la noche.
En verano se pueden alcanzar temperaturas de 40º y en invierno de -8º.
Esto hace que se potencie la acidez de las uvas en los meses más fríos y se favorezca la maduración de la misma en los más cálidos.
Este clima tan extremo, junto a la composición de los terrenos, hacen a los Vinos DO Cariñena unos caldos con cuerpo, correcta acidez, afrutados y con buen grado alcohólico.
Bodegas de Cariñena
En la actualidad hay 33 bodegas inscritas a la DO Cariñena.
Algunas de las más populares son Ignacio Marín, San Valero, Solar de Urbezo y Grandes Vinos y Viñedos.
Si quieres saber la lista completa de las bodegas de Cariñena puedes visitar la web del Vino de las Piedras.
Variedades de uva que se utilizan en Cariñena
Al igual que en el resto de Aragón, se utilizan uvas de origen español y francés.
En el caso de los vinos tintos están autorizadas las variedades Garnacha, Cariñena (Mazuela), Moristel, Monastrell, Cabernet–Sauvignon, Syrah, Merlot, Tempranillo y Vidadillo.
Para los vinos blancos se utilizan Garnacha Blanca, Chardonnay, Moscatel de Alejandría, Perellada y Macabeo.
Como curiosidad, la uva Cariñena, autóctona de la zona, es la única uva del mundo que tiene el mismo nombre que la zona de donde es originaria.
Otras uvas autóctonas son la Garnacha y el Vidadillo, una de las variedades más antiguas que existen.
Ruta del Vino Cariñena
La Ruta del Vino de las Piedras da a conocer, en una experiencia que aúna enología, gastronomía, patrimonio y paisaje la Comarca de Cariñena.
Las diferentes rutas a lo largo de la Comarca, a 45 km de Zaragoza, son una forma ideal de conocer la el arte Mudéjar de la zona (Patrimonio de la Humanidad), la Sierra de Algairén y las riberas del río Huerva.
También se pueden visitar bonitas bodegas como Señorío de Longaz y Tierra de Cubas, o más grandes y conocidas como Caré o Grandes Vinos y Viñedos.
La experiencia de la Ruta del Vino de Cariñena se completa con restaurantes de nivel, como La Rebotica o Care y bares de vino como taberna La Mazuela.
Los pueblos más conocidos para visitar son Cariñena, Longares, Tosos, Muel y sus cerámicas y Aguarón.
Bus del Vino
Otra de las actividades dentro de de Ruta del Vino de Cariñena es el Bus del Vino. Al igual que en otras zonas vinícolas de Aragón, y con salida desde Zaragoza, se programan a lo largo del año unas 8 rutas ya cerradas por 27€.
Las rutas del Bus del Vino de Cariñena, de gran calidad, pretenden acercar al mundo del vino a todo el público sin tener que coger el coche.
Por lo general incluyen la visita a uno o dos pueblos de la zona, la visita a una bodega y la comida en restaurante. También actividades como visitas a la casa natal de Goya y a talleres de cerámica en Muel.
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