jueves, 13 de diciembre de 2018

Museo del Hermitage





Museo del Hermitage

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Domicilio

Vista del Palacio de Invierno desde el Edificio del Estado Mayor.
  • Complejo Principal del Museo — Главный музейный комплекс (Glavniy Museiniy Kompleks)
Plaza del Palacio, 5 — Дворцовая пл., 2 (Dvortsovaia Ploschad', 2(dbá))
  • Palacio de Invierno de Pedro I — Зимний дворец Петра I (Zimniy Dvoréts Petra Pérvogo)
Dvortsovaya Naberezhnaya, 32 — Дворцовая наб., 32 (..., (Tridtsat' dvá))
  • Palacio Menshikov — Дворец Меншикова (Dvórets Menshikova)
Universitetskaya Naberezhnaya, — Университетская наб., (Universitetskaya naberezhnaia, 2(Piatnatsat'))
  • Museo de la Porcelana — Музей фарфора (Muzei Farfóra)
Prospekt Obukhovskoi Oborony, 151 Пр. Обуховской обороны, 

Historia

La historia del Museo del Hermitage está muy relacionada con la del Palacio de Invierno. Cuando la emperatriz Catalina la Grande llegó al poder mediante un golpe de Estado en Rusia, una de las primeras cosas que hizo fue establecer su residencia en el recién construido Palacio de Invierno.
En el año 1764, Catalina compró una colección de 225 cuadros de pintura holandesa y flamenca en Berlín a Johann Ernest Gotzkowski. Fue entonces cuando comenzó a decorar el palacio con todo tipo de obras de arte que iba adquiriendo provenientes de Europa Occidental. Sólo el comedor estaba adornado con 92 cuadros. Los diplomáticos rusos en Europa estaban encargados de comprar todo tipo de objetos, cuadros, joyas, libros, documentos, para llevar al Palacio de Invierno.
El complejo arquitectónico del Hermitage a la orilla del río Neva, de izquierda a derecha el teatro Hermitage, el arco sobre el canal de Invierno, el Gran Hermitage, el Pequeño Hermitage y el Palacio de Invierno.

Siglo XVIII

María de niñaZurbarán.
Durante la segunda mitad de este siglo, Catalina se dedicó, además de a la construcción del complejo arquitectónico que forma el actual Hermitage, a aumentar su colección de manera importante. Adquirió todas las colecciones en venta que pudo encontrar. En 1769 compró su colección al conde Heinrich von Brühl, con obras de Rubens y Rembrandt. En 1772 compró la del barón Pierre Crozat. Esta incluía obras de Rafael, Rubens o van Dyck entre otros. En 1779 adquirió la colección de Robert Walpole, considerado como el primer primer ministro del Reino Unido, que comprendía obras de Murillo, Rembrandt, Rubens o van Dyck. En 1781 compra la colección del Conde de Baudouin, que abarcaba 119 obras de artistas flamencos, holandeses y franceses, y en 1787, la colección de escultura de John Lyde-Brown, director del Banco del Reino Unido, que contenía 300 esculturas, entre las que se encontraban varias esculturas romanas, una griega y esculturas renacentistas. Además, Catalina se interesó por las antigüedades, y encargó diversas obras para que se las trajeran desde Roma.
Tres graciasCanova.
En una carta enviada por Catalina a Fréderic-Melchior Grimm, contaba que aparte de cuadros de autores como Rafael Sanzio, su colección contaba con 38 000 libros, más de 10 000 esculturas y más de 10 000 dibujos y grabados. Fue en esta época cuando se compraron las mayores colecciones en la historia del museo. Todas estas obras eran la colección privada de Catalina. En ningún caso puede considerársele museo, ya que no estaba abierto al público. Consiguió así la mayor colección privada de Europa.

Siglo XIX

Joven con sombreroTiziano.
Retrato de Nikolay Borisovich Yusupov por el italiano Vincenzo Petrocelli, 1851
El zar Alejandro I de Rusia, cuando entró con sus tropas en el año 1815 en París, hizo una de las mayores compras para la colección del Hermitage: la colección privada de la Emperatriz Josefina, que contenía pinturas y esculturas. A su muerte, Alejandro compró a sus herederos 38 cuadros más, algunos de Rubens y Rembrandt, y cuatro esculturas de Antonio Canova. En 1837 hubo un gran incendio en el Palacio de Invierno que destrozó gran parte de sus interiores, y para evitar que el fuego se extendiera al Pequeño Hermitage, se desmontaron todas las conexiones entre los dos palacios.
Durante este siglo se efectuaron compras de varias colecciones importantes. En 1850, se adquirió la colección del Palacio de Cristoforo Barbarigo, en donde había muerto el pintor Tiziano. Esta colección incluía cinco cuadros del mismo Tiziano, que se unían a los otros tres que ya contenía la colección. En 1865 se compró el famoso cuadro de Leonardo da Vinci, la Madonna Litta al conde Litta, junto con otros tres cuadros, por 100 000 francos. En 1870, el Hermitage compró por 310 000 francos la obra maestra de Rafael La Virgen y el Niño, que el gobierno italiano intentó comprar para evitar que saliera del país, pero no pudo igualar el alto precio.
El emperador Nicolás I de Rusia decidió en el año 1852 convertir al Hermitage en un Museo Imperial, al ver que en Europa empezaba a afianzarse el sistema de museos estatales. Mandó construir una entrada para el público y ordenó la decoración del museo para que pudiera ser abierto al público, incluyendo la construcción de nuevas estancias para poder depositar los objetos y cuadros, decoración e interiores que se han mantenido intactos hasta la actualidad. La inauguración fue el 5 de febrero de 1852, con lo que se abría el palacio para las clases altas, sobre todo.
MonetMujer en el jardín
Durante este siglo, se aumentaron ante todo los fondos arqueológicos del museo. En 1861, el Hermitage compró la colección del marqués de Cavelli, Gianpietro Campana. Este arqueólogo aficionado era el director del Banco Monte di Pietà de Roma y utilizó fondos del banco para adquirir sus antigüedades. Cuando fue sentenciado a 20 años de prisión, el Estado sacó a subasta toda su colección, que se repartió entre el Hermitage y el Museo Napoleón III de París (actual Louvre). La colección adquirida por el Hermitage abarcaba más de 500 vasijas griegas, 200 bronces y esculturas de mármol, mientras que el museo parisino adquirió mayormente pinturas.
En 1886 adquirieron la colección de Aleksandr Basilevski, que comprendía todo tipo de piezas medievales, de marfil, esmaltes, y todo tipo de objetos, que el museo compró por 6 millones de francos. Además, en el año 1885, se trasladó la colección Imperial de armas al museo.

Siglo X

Casas de campesinos en AuversVan Gogh.
En 1904, el Palacio de Invierno deja de ser una residencia imperial. Desde el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914, el museo pasa a ser un hospital, y las colecciones fueron trasladadas a Moscú para su seguridad. No volvieron hasta el año 1924. La administración del museo y el personal que trabajaba allí cambió mucho desde el año 1917, tras la Revolución rusa, y a partir de entonces se permitió trabajar allí a los no aristócratas. Tras un tiempo cerrado al público, al poco se volvió a abrir. El director del museo, en previsión por lo que podía ocurrir en el asalto al Palacio de Invierno, protegió las obras, que no resultaron dañadas en esa noche del 25 de octubrede 1917, cuando arrestaron al Gobierno Provisional. Cinco días después, se declaró al Museo Hermitage Museo Estatal, siendo, durante los cinco primeros años, su entrada gratuita. Además, se creó en el museo un centro cultural y se empezaron a traer exposiciones no permanentes de otros sitios.

Tras la revolución de 1917

Parau, parauGauguin.
NinfaBartolini.
Durante este siglo, el museo tuvo importantes pérdidas. Durante la década de 1920, se trasladaron 500 obras al Museo Pushkin de Moscú, para que el arte no estuviera tan centralizado en San Petersburgo. En los años 30, se trasladaron otras 70 obras, entre ellas pinturas de Rubens, Rembrandt o Tiziano. Sin embargo, el Hermitage también consiguió importantes bienes; durante estas mismas décadas se empezaron a nacionalizar los bienes que se encontraban en los palacios de la aristocracia rusa, y la mayoría de éstos fue a parar al Hermitage. Se recibieron todo tipo de obras de arte de los palacios imperiales, objetos arqueológicos del antiguo Egipto, documentos, monedas, arte de la época bizantina... Fue en esta época cuando, al aumentarse considerablemente su patrimonio, pasó de ser un museo de arte, a ser un museo de arte y cultura universal.
A mediados de la década de 1930, se produjeron una serie de ventas de cuadros al extranjero, lo que supuso una gran pérdida para el museo. El objetivo de estas ventas, según la postura oficial, era la financiación del propio estado. Según voces discordantes, estas ventas no pueden justificarse desde ningún punto de vista. Se vendieron más de 2800 cuadros, entre los cuales había 250 obras mayores y 50 obras maestras. Algunas piezas que no se vendieron volvieron al museo. Muchas de estas piezas fueron a parar a la National Gallery de Washington. Desde el año 1932 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, fueron saliendo obras menores del museo para ser vendidas o para distribuirse entre las distintas repúblicas soviéticas.

La Segunda Guerra Mundial

Combate de tigre y búfaloRousseau.
Con la entrada de las tropas alemanas en Rusia en el año 1941, se inició la evacuación de las obras del Hermitage. Fue la mayor evacuación de obras de arte desde la ocurrida durante la Guerra Civil Española en el Museo del Prado. Miles de voluntarios se dedicaron a embalar más de un millón de obras, para trasladarlas en tren hasta Sverdlovsk, en los Urales. Dos trenes pudieron llegar a su destino, pero cuando estaban preparando el tercero, comenzó el asedio a la ciudad por los alemanes, que duró 900 días, y que produjo la muerte de dos millones de habitantes de la ciudad. Mientras, los conservadores que se quedaron se dedicaron a salvar y llevar al museo todos los bienes que encontraban en otros palacios, y a proteger al propio museo del frío y de la nieve y de los ataques aéreos. Además, sirvió de refugio contra las incursiones aéreas alemanas, y hasta 12 000 personas vivieron allí hasta las primeras evacuaciones, en el año 1942. Las obras trasladadas a Sverdlovsk llegaron bien y allí se creó una nueva sección del museo para mantener los objetos y cuadros. No se dañó ni se perdió absolutamente nada.
Somerset House de Londres, que alberga exposiciones de piezas cedidas por el Hermitage.
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, el museo volvió a abrir sus puertas al público, con las obras evacuadas que volvieron a ser colocadas en su lugar de origen. Además, el museo tuvo que ser restaurado debido a todos los daños que había sufrido durante el asedio nazi, restauración que llevó varios años. En el año 1948, el Museo de Arte Contemporáneo Occidental de Moscú donó 320 obras de arte del siglo XIX y XX, entre las que se encontraban obras de RenoirMatissePicassoMonetVan Gogh o Gauguin.
El Ejército Rojo, a su vuelta de Berlín, trajo numerosas obras de arte que acabaron en el Hermitage, sobre todo de obras impresionistas y postimpresionistas de colecciones privadas. Uno de los casos más importantes fue el del Altar de Zeus de Pérgamo, que fue llevado del Museo de Pérgamo en Berlín como botín de guerra, y que estuvo expuesto en el Hermitage hasta el año 1959. El museo y el ejército ruso recibieron muchas críticas por este robo de obras, pero el gobierno ruso alegó que fueron como una mínima satisfacción por la destrucción por parte del ejército nazi de obras rusas de incalculable valor, como los palacios de Peterhof y Tsarskoye Selo. Además, el gobierno ruso ha prohibido por ley la devolución de las obras en caso de que se demuestre que los dueños financiaron económicamente al régimen nazi.

Actualidad

El Museo del Hermitage se está expandiendo continuamente, y en la actualidad está colaborando en diversos proyectos en el extranjero, como los complejos de exposiciones del Guggenheim Hermitage en la ciudad de Las VegasEE. UU., la reciente inauguración del museo Hermitage Ámsterdam, en ÁmsterdamHolanda, o las salas del Hermitage en la Somerset House, en LondresReino Unido.
Además, se llevó a cabo el proyecto cinematográfico El arca rusa de Aleksandr Sokúrov, un viaje al interior del museo, a su historia y a su contenido, rodada en una sola toma de hora y media de duración, sin cortes (plano secuencia). La película participó en el Festival de Cannes el año 2002.
El 17 de junio de 2016 se anunció que el Hermitage de Barcelona abrirá sus puertas en 2019 en el puerto de la ciudad condal.

Complejo arquitectónico del muse]

Escalera principal del Palacio de Invierno.
Edificio del Estado Mayor.
El Palacio de Invierno (Зимний дворец) es el principal edificio del museo. Fue construido entre los años 1754 y 1762 por orden de la emperatriz Isabel. El diseño fue obra del arquitecto italiano Francesco Bartolomeo Rastrelli. Terminó de construirse después de la muerte de Isabel. Fue la residencia oficial de los zares de Rusia hasta la caída de la monarquía tras la Revolución rusa, en el año 1917, y en su interior sucedieron algunos de los acontecimientos más importantes de la historia de Rusia.
Catalina II mandó construir al arquitecto Vallin de la Mothe un pequeño palacio, situado al lado del Palacio de Invierno, al que llamó Pequeño Hermitage (Малый Эрмитаж), y que entre otras cosas, contaba con unos jardines colgantes. Esta sección del museo fue construida entre los años 1765 y 1769. Contiene dos salas de exposiciones laterales, y sirve de enlace entre el Palacio de Invierno y el resto de palacios que forman el museo.
Pronto el palacio se llenó de objetos, así que Catalina ordenó a los arquitectos Velten y Quarenghi la construcción de otro edificio, conocido posteriormente como el Viejo Hermitage (Старый Эрмитаж), construido entre los años 1771 y 1787. Esta parte del museo está conectada con el resto de edificios que vienen a continuación a través de un arco que sortea uno de los canales que desembocan en el Neva, el canal de Invierno.
El Teatro del Hermitage (Эрмитажный театр) fue ordenado a construir por Catalina la Grande entre los años 1783 y 1787. Fue construido por el arquitecto Giacomo Quarenghi. Se encuentra al otro lado del canal de Invierno. En la actualidad, se siguen representando obras teatrales dentro de la programación del museo.
El Nuevo Hermitage (Новый Эрмитаж) fue el primer edificio construido en Rusia específicamente para contener arte. Fue construido entre los años 1841 y 1842 por el arquitecto alemán Leo von Klenze. Es donde se encuentra la entrada principal del museo, que consiste en un gran pórtico con unos atlantes. Se encuentra a continuación del resto de edificios, al otro lado del canal.
El Palacio Menshikov (Меншиковский дворец), fue la residencia del gobernador de San Petersburgo y amigo del zar Pedro I de Rusia. Su construcción data del año 1710, y fue diseñada por el arquitecto Giovanni Mario Fontana. Se acabó su construcción en al año 1721. Fue considerado el palacio más lujoso de toda la ciudad.
El Edificio del Estado Mayor (Здание Главного штаба) fue construido entre los años 1820 y 1827. Hacia la mitad de este palacio, se encuentra un arco que tiene encima una escultura en bronce de un carro guiado por 6 caballos, que da paso a la plaza del Palacio. El ala oriental del museo fue en un principio el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Economía, aunque ahora pertenecen al museo.

Colecció]

La colección del museo abarca muchos temas distintos. Incluye: arte prehistóriconumismática, muebles, cuadros y esculturas de todas las épocas, o armas. Alberga una de las mayores pinacotecas del mundo. Otra sección importante es la dedicada al arte occidental.

Arte prehistórico

El museo posee muchos de los objetos prehistóricos encontrados en yacimientos en Rusia, siendo las venus prehistóricas algunas de las más importantes, encontradas en varios yacimientos de Siberia, aunque también tienen todo tipo de industria lítica paleolítica. Además, se exhiben diversos petroglifos y figurillas neolíticas de yacimientos rusos, broches, hachas y decenas de objetos de la Edad del bronce, procedentes de las culturas calcolíticas del Cáucaso. Dentro de este último grupo, tienen especial importancia los objetos encontrados en el túmulo de Maikop, cuyo ajuar es uno de los más ricos e importantes del Calcolítico Medio de la cultura de los kurganes. Contiene figurillas de oro, vasijas de cobre y bronce, broches, etc. También están presentes en la colección todo tipo de objetos, de cerámica y barro del Mediterráneo y de excavaciones llevadas a cabo en Ucrania y los Balcanes. Su colección de objetos de la cultura Escita es una de las más importantes del mundo, destacando diversos objetos de oro finamente trabajados.
En resumen, se custodian decenas de miles de objetos prehistóricos, que abarcan desde el Paleolítico Inferior hasta el segundo o primer milenio antes de Cristo, poseyendo el museo gran parte de los objetos encontrados en yacimientos rusos y en países de la antigua Unión Soviética.

Antigua Grecia y Roma

Contiene 106 000 objetos de Grecia y Roma, y de las excavaciones arqueológicas que tuvieron lugar durante los siglos XIX y XX en el litoral del mar Negro donde se encontraban las ciudades de NinfeaPanticapeaQuersoneso y Teodosia. Van desde el siglo XV a. C. hasta el siglo IV d. C. Su colección contiene, entre otras cosas, 15 000 vasijas griegas y romanas, sarcófagos, joyas de oro, gemas talladas y más de 200 bustos de mármol de la época romana.

Pintura occidental

El almuerzoVelázquez.
Es una de las mayores colecciones de pintura del mundo. Contiene pintura italiana desde el siglo XIII al siglo XIX, con obras de TizianoLeonardo da VinciRafael, o Caravaggio. Algunas de las obras más importantes son La Madonna Benois y la Madonna Litta, de Leonardo, la Virgen con niño o La Sagrada familia de Rafael, muchas obras de la época tardía de Tiziano, la Judith de GiorgioneLa Virgen y el Niñode Fra Angelico y obras de Caravaggio, el Duque Nikolay Yusupov de Vincenzo PetrocelliCanalettoTintorettoVeronés o Tiépolo. Otro fuerte de la colección pictórica es la pintura española, una de las colecciones más importantes fuera de España, con autores como el GrecoZurbaránJosé de RiberaJuan Bautista Maino o Murillo. Además, exhibe El almuerzo y Retrato del Conde de Olivares de Velázquez o el Retrato de Antonia Zárate de Goya.
Bé béGauguin.
Posee más de 500 obras de pintura flamenca, entre las que se encuentran 30 cuadros de Rubens y obras de Anthony van Dyck o Frans Snyders. También contiene 25 obras de Rembrandt, una de las mayores colecciones a nivel mundial, y de otros pintores holandeses, como Jacob RuysdaelFrans HalsJan Steen o Pieter de Hooch. Tiene una gran colección de pintura alemana, de pintores como Lucas CranachAmbrosius Holbein o Anton Raphael Mengs. El Hermitage cuenta también con una colección de 450 cuadros de pintura inglesa, siendo bastante raro que se exhiba pintura inglesa fuera de los museos británicos. Contiene además una importante colección de pintura francesa de entre los siglos XV y XVIII, la segunda mayor del mundo después de la del museo del Louvre en París, con autores como Claude LorrainNicolas Poussin o Antoine Watteau.
Contiene una colección de pintura impresionista y expresionista, sobre todo francesa y alemana, de más de 1000 obras. Incluye siete obras de Monet, seis de Renoir, dos de Camille Pissarro y varios dibujos de Degas. Tiene decenas de obras mayores de CézannePaul Gauguin y van Gogh, 32 cuadros de Matisse y 31 de Picasso. Además, muestra una muy importante colección de cuadros de los simbolistas franceses, y muchos cuadros de las escuelas alemanas de MúnichBerlín y Düsseldorf, así como de pintores rusos, de entre los que sobresale Kandinsky.

Escultura occidental

Miguel ÁngelMuchacho agachado.
La colección de escultura, es una de las más importantes de Europa. Incluye obras de Escultura Italiana, entre la que destacan 15 obras de Antonio Canova, escultor de los siglos XVIII y XIX, entre las que se encuentran Cupido y PsiqueMagdalena penitente o Hebe, y de sus sucesores, como Lorenzo Bartolini. No tiene esculturas de Bernini, pero sí varios de sus moldes y sus modelos que le sirvieron para la construcción de varias de sus grandes esculturas. Además, atesora la única escultura de Miguel Ángel en RusiaChico Agachado o Niño en cuclillas, que estuvo destinada en un principio para el panteón de los Médicis. También contiene esculturas de otros autores renacentistas y de los siglos XVIII y XIX, al igual que esculturas de autores franceses, como Étienne-Maurice FalconetAntoine HoudonFrançois Girardon. Además hay cinco esculturas de Rodin, entre las que se encuentran dos piezas de escayola, una como modelo para su Edad del Bronce y otra es un retrato de la actriz japonesa Hanako, y tres piezas de mármol, La primavera eternaRomeo y Julieta y El poeta y la musa. También siete esculturas de Matisse, de las 70 que realizó en toda su vida. Cuenta asimismo con una importante colección de esculturas renacentistas alemanas.

Artes decorativas

El museo conserva un amplísima colección de arte mueble. Desde objetos en metal, joyería, cristalería, muebles, porcelana, tapices o vajillas, relicarios, pomos de puertas o incensiarios en metal. La colección de porcelana es muy importante, con más de 20 000 piezas, procedentes sobre todo de la familia real rusa y de la aristocracia de San Petersburgo. La mayoría son manufacturas francesas, inglesas y alemanas, pero también hay piezas españolas, italianas o suecas. Incluye una colección de piezas de art déco.
Dentro de los muebles, se encuentran más de 1000 piezas realizadas en ItaliaFrancia y Alemania, sobre todo destacan los vestidores, armarios, sillones, tronos o baúles, de épocas que varían entre los siglos XV al XIX, muchos de ellos originales del Palacio de Invierno, y otros requisados de los palacios de la ciudad. Contiene el museo además una colección de tapices que abarca cinco siglos, desde el XV hasta el XX. Además, tiene una colección de más de 6000 trajes, sobre todo vestidos eclesiásticos, y más de 1500 encajes. La colección de joyas es bastante extensa, incluyéndose collares y pendientes, botellitas de perfume, relojes, diademas, pulseras, anillos y objetos de art nouveau.

Arsena

Se incluyen 15 000 piezas de armas y armaduras de Europa Occidental y de Rusia, desde la Edad Media hasta el siglo XX. La colección de armas y armaduras rusas proviene de la colección personal del emperador Nicolás I de Rusia. Las de Europa Occidental, vienen de países como EspañaFranciaAlemania o Reino Unido. También tiene una extensa colección de armas orientales, provenientes de IránIndia o Turquía. Entre las armas, se pueden encontrar armas de fuego, espadas, lanzas, escudos, cuchillos, y un largo etcétera.

Arte oriental

Contiene el museo más de 190 000 objetos provenientes de Oriente, de EgiptoMesopotamiaChinaIránIndia o Turquía. Los objetos son muy variados. Tiene una extensa colección de petroglifos y tablillas mesopotámicas, desde el Tercer milenio antes de Cristo. Tiene objetos de todas las épocas del Antiguo Egipto, como estelas, esculturas, vasijas, papiros, relieves o joyas. Contiene 120 000 objetos del Imperio bizantino, la segunda mayor colección del mundo, que incluye todo tipo de iconografía, monedas, mosaicos, vasijas, dípticos y trípticos. Contiene una colección de objetos del Imperio sasánida, en Irán, con gran cantidad de vajillas completas de plata, monedas y piedras preciosas que se encontraron engarzadas en anillos. En total, más de 1000 objetos.
Además, contiene una gran cantidad de obras de arte islámico de entre los siglos VII y XIX proveniente de países como EgiptoSiriaTurquía o Irán. Por ejemplo, tiene 700 piezas de bronce, 500 de cerámica y 450 pinturas de Irán; cerámica, cristalerías y objetos de bronce y plata de Egipto; platos de plata y objetos de cristal de Siria; y alfombras y sedas y terciopelos o vajillas de Turquía.
De la India, tiene una colección de esculturas desde el siglo II al XII, pinturas, objetos de bronce y de marfil, y distintas telas, sobre todo de seda. Tiene objetos de China que abarcan desde el segundo milenio antes de Cristo hasta el siglo XIX de nuestra era, e incluyen unas 5000 piezas, entre porcelana, pinturas, trabajos en piedras semipreciosas, plata, madera o telas. Además, hay 8000 piezas de Japón, sobre todo distintos esmaltes, esculturas, porcelana, trajes y telas, y más de 1000 Netsukes.
Además, su colección de joyería oriental contiene más de 3000 objetos, entre los que se encuentran todo tipo de joyas de oro o plata, desde anillos hasta tobilleras, con incrustaciones de piedras preciosas, como diamantes, esmeraldas o rubíes, o de piedras semipreciosas. Su colección de joyas indias del siglo XVII es única en el mundo.

Cultura rusa

La colección de piezas de cultura rusa incluyen más de 350 000 objetos, desde el siglo X al XX. Hay todo tipo de objetos. Hay imaginería y objetos religiosos de todas las épocas, como cruces, relicarios, cálices, o libros. También hay una gran colección de pinturas medievales y cerámica de esta época. Cuadros, esculturas, más de 300 trajes, objetos de adorno, libros o mapas que pertenecieron a Pedro I de Rusia. También se encuentran los objetos personales, cuadros, esculturas, porcelanas, vajillas, muebles, trajes, joyas y un largo etcétera de la época del reinado de Anna Ivanovna y Elizabeth Petrovna. También se encuentran una enorme cantidad de cuadros, esculturas, vajillas, muebles, porcelanas, joyas y trajes de la época de Catalina II de Rusia. Se pueden encontrar todo tipo de objetos y obras de arte desde la época de Alejandro I hasta el final de la época de los zares, con Nicolas II.

Numismática

Es la mayor colección del museo, y una de las colecciones más importantes del mundo. Las monedas abarcan todas las épocas, desde la Antigüedad hasta el siglo XX y de muy diversas zonas geográficas. Contiene una colección de 64 000 monedas griegas, de un total de 120 000 de la Antigüedad, incluyendo Roma, o Egipto. Tiene 360 000 monedas de Europa Occidental, sobre todo de los siglos XVII y XVIII, 220 000 del Oriente Medio y Extremo Oriente, y 300 000 rusas. Además, tiene una colección de insignias y medallas de más de 80 000 objetos y 2000 sellos.
Museo del Hermitage
Эрмитаж (ermitazh)
Spb 06-2012 Palace Embankment various 14.jpg
Hermitage logo.svg
Localización
PaísFlag of Russia.svg Rusia
CiudadBandera de San Petersburgo San Petersburgo
Información general

Creación1764
Inauguración1764

Director(a)Mikhail Piotrovsky
Información visitantes
Visitantes/año2 898 562 (2013)1
Sitio webwww.hermitagemuseum.org
Coordenadas59°56′26″N 30°18′49″ECoordenadas59°56′26″N 30°18′49″E (mapa)
El Museo del Hermitage (en ruso Эрмитаж, ermitazh, proveniente del francés ermitage, «ermita», «refugio del ermitaño»)2​ de San PetersburgoRusia, es una de las mayores pinacotecas y museos de antigüedades del mundo. La colección del museo ocupa un complejo formado por seis edificios situados a la orilla del río Neva, siendo el más importante de estos el Palacio de Invierno, residencia oficial de los antiguos zares. El resto del complejo arquitectónico lo forman cinco edificios, entre los que se encuentran el Palacio Menshikov, el Edificio del Estado Mayor y un recinto para almacenamiento abierto. El museo se formó con la colección privada que fueron adquiriendo los zares durante varios siglos, y no fue hasta 1917 cuando fue declarado Museo Estatal.
Su colección, formada por más de tres millones de piezas, abarca desde antigüedades romanas y griegas, a cuadros y esculturas de la Europea Occidental, arte oriental, piezas arqueológicas, arte ruso, joyas o armas. Su pinacoteca está considerada una de las más completas del mundo. El museo es uno de los museos más grandes del mundo.

La historia del Hermitage

Solo por este museo ya vale la pena visitar Rusia, afirman en TripAdvisor. Desde hace años se considera que es el mejor museo de Europa y uno de los tres mejores museos del mundo.
Se considera que la fecha de fundación del mítico Hermitage es 1764, cuando la emperatriz Catalina II compró una colección de arte al comerciante berlinés Johann Ernest Gotzkowski. Junto al Palacio de Invierno se comenzó a construir un pequeño pabellón, el Pequeño Hermitage, donde Catalina II organizaba pequeñas veladas para personas cercanas.
Como muchos de los tesoros artísticos del mundo (el Louvre, el Museo del Prado, la Galería Uffizi) el Hermitage nació como una colección privada de la dinastía reinante.
Catalina II, nacida como Sofía Federica Augusta von Anhalt-Zerbst, hija de un príncipe alemán, era una mujer muy culta e interesada por las ideas de la Ilustración. Mantenía correspondencia con Voltaire y Diderot y no escatimaba fondos para crearse una imagen de gobernante ilustrada. Esta imagen era especialmente importante para ella, ya que había llegado al trono gracias a un golpe de Estado derrocando a su propio marido, Pedro III.
Lori / Legion MediaLori / Legion Media
Johann Ernest Gotzkowski reunió su colección para el rey de Prusia Federico II el Grande, hasta que la Guerra de los Siete Años vació las arcas del Estado y obligó al monarca a desistir de la compra. Entonces Gotzkowski, que tenía obligaciones económicas ante el gobierno ruso, ofreció a la victoriosa Rusia adquirir la colección a cambio de perdonarle la deuda. Este magnánimo gesto daba a Catalina II la posibilidad de dañar el orgullo del enemigo y de alardear del estado económico de su país, que en realidad se encontraba en un estado similar al de Prusia.
Gotzkowski no era demasiado entendido en arte y la colección era bastante heterogénea. Sin embargo, entre aquellas 225 pinturas había verdaderas obras maestras, como el “Retrato de hombre con guante”, de Frans Hals, o “Los holgazanes” de Jan Steen.

La colección se amplia

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Poco después llegó una auténtica avalancha de compras. Los agentes de Catalina II y los emisarios rusos en países europeos reunían las mejores obras disponibles de los antiguos maestros y hacían nuevos encargos a los artistas contemporáneos. Rusia compró la colección del conde Heinrich von Brühl, ministro de la corte de Sajonia, la colección parisina del conde Baudouin y la colección del primer ministro británico, sir Robert Walpole.
Fueron cientos de obras, entre las que había obras maestras de renombrados autores. Una de las adquisiciones más valiosas fueron las pinturas pertenecientes al barón Crozat, un banquero y amante del arte que vendió sus obras en 1772 en París gracias a la mediación de Denis Diderot.
El Hermitage recibió entonces la “Sagrada Familia con san José imberbe” de Rafael, “Judith” de Giorgione, las “Dánae” de Tiziano y de Rembrandt, la “Lamentación sobre Cristo muerto” de Veronese, el “Baco” y el “Retrato de una camarera de la infanta Isabel” de Rubens, así como cinco retratos y un autorretrato de van Dyck.
Cuando murió Catalina la Grande y se realizó el inventario de la colección, solo las obras pictóricas sumaban 3.996 unidades.
Los herederos de Catalina II continuaron ampliando la colección artística. Entre las compras más considerables del siglo XIX se encontraban el “Joven tocando el laúd” de Caravaggio, la colección de Josefina de Beauharnais del castillo de Malmaison, cinco obras de Tiziano del palacio Barbarigo en Venecia, la “Madonna Litta” de Milán y otra Madonna, esta de Rafael, adquirida al conde Connestabile pese a la indignación de los italianos, cuyo gobierno no fue capaz de comprar la obra.
El Hermitage se convirtió en un museo público en 1852, durante el gobierno de Nicolás I, que construyó un edificio junto al Palacio de Invierno, el Nuevo Hermitage, con atlantes de granito en el pórtico. No obstante, en aquella época para visitar el museo era necesario obtener un permiso especial en la cancillería de palacio.
Hermitage / Lori / Legion-MediaHermitage / Lori / Legion-Media
Justo después de la Revolución de 1917, el Palacio de Invierno y el Hermitage fueron declarados museos estatales. A la colección se añadieron muchas obras requisadas a aristócratas rusos. La venta de obras maestras empobreció notablemente el museo. El joven país de los soviets necesitaba dinero y comunicaciones, por lo que entre 1928 y 1933 una comisión especial enviaba objetos de exposición del Hermitage a las subastas europeas y el Comisariado de Comercio Exterior regaló algunos de ellos a políticos y empresarios extranjeros.
Entre los miles de objetos de exposición vendidos se encontraban 48 obras maestras de van Dyck, Botticelli, Rafael, Perugino, Veronese, Velázquez, etc. Más tarde, el ministro de Finanzas de EE UU Andrew Mellon regaló 21 de estas pinturas a la Galería Nacional de Washington.
En 1948 en Moscú se desmanteló el Museo de Nuevo Arte Occidental, compuesto por colecciones de los mayores coleccionistas prerrevolucionarios, Serguéi Schukin e Iván Morózov, y su colección de impresionistas y postimpresionistas se repartió entre el Museo Pushkin de Bellas Artes y el Hermitage. Así llegaron a San Petersburgo “La habitación roja” y “La danza” de Matisse, las “Tres mujeres” de Picasso y otras obras de gran relevancia.
Desde 2007en el museo se lleva a cabo el proyecto “Hermitage 20/21”, en el que se exponen y se compran obras de pintores actuales. Como sucede con las exposiciones análogas en Versalles, estos eventos levantan en cada ocasión oleadas de críticas e indignación por parte de los conservadores. Durante este tiempo en el Hermitage han expuesto los hermanos Chapman, Antony Gormley, Anish Kapoor y Annie Leibovitz. Actualmente, hasta el 9 de abril de 2017, el museo alberga la exposición de Jan Fabre “Caballero de la desesperación/Guerrero de la belleza”.

La historia del Ermitage a través de sus gatos

Uno de los mayores museos del mundo celebra este año su 250 aniversario. A lo largo de su ilustre historia, algunos de sus devotos sirvientes han podido disfrutar de una vista distinta de su colección de arte.
El museo Ermitage de San Petersburgo es el cofre del tesoro de Rusia. Fundado por la emperatriz Catalina la Grande, este palacio de ensueño a la orilla del río Nevá contiene una de las colecciones de arte más conocidas del mundo. Pero bajo su grandeza barroca yace un submundo de conductos de calefacción y almacenes. Allí las paredes no están cubiertas de Rembrandts ni de Caravaggios, sino de fotos de gatos. La historia de los gatos transcurre en paralelo a la de la institución que estos han custodiado durante siglos, desde el esplendor hasta la pobreza y de nuevo a la recuperación.
“Es una auténtica simbiosis de lo animal y lo humano,” comenta a RBTH Maria Haltunen, asistente del director y jefa de prensa de los gatos.
De ratones y obras de arte
Los gatos han residido en el Palacio de Invierno desde la época del a emperatriz Elizaveta Petrovna. En 1747, la zarina ordenó que un coche le llevara “gatos domésticos aptos para la caza” al Palacio de Invierno. Un carruaje lleno de gatos de la raza azul ruso fue transportado a toda prisa desde Kazán hasta la residencia imperial de San Petersburgo.
Fue la sucesora de Elizaveta, Catalina la Grande, quien transformó el palacio en una de las mayores instituciones de arte del mundo. “Muy pronto se dio cuenta de que [el arte] era un símbolo del estatus entre los dirigentes de Europa”, comenta Geraldine Norman, autora de El Ermitage: Biografía de un gran museo y asesora del director del Ermitage. 

Catalina La Grande, emperatriz de Rusia entre 1762 y 1796. Fuente: Vostok Photo.
En 1771, Catalina llevó la primera pintura de Rafael a Rusia. Ocho años después compró al primer ministro británico Robert Walpole una colección de casi 200 piezas que incluía obras de Rubens y Velázquez. En total, Catalina adquirió unas 4.000 obras maestras antiguas y la asombrosa cantidad de 10.000 gemas grabadas, de las que Norman asegura que eran su “gran amor”.
“Era un asunto de amor, pero también política del Estado, y una política muy inteligente”, comenta Norman a RBTH. “Competía con los franceses, los alemanes, los ingleses, y los superaba constantemente en sus compras de arte”.
El creciente prestigio de la colección de Catalina, que abrió sus puertas al público como el primer museo público ruso en 1852, se vio reflejado a su vez en el estatus de sus guardianes. Bajo Catalina, el palacio comenzó a hacer distinción entre gatos domésticos y gatos de la corte, que tenían un reino libre de salas. Su trabajo era más importante que nunca: en una carta, Catalina escribía: “Hay pocos visitantes en las galerías, sólo los ratones y yo”.
Arte ausente y animales
En 1917, la Revolución de Octubre expulsó al zar Nicolás II del Palacio de Invierno. Según Haltunen, los últimos dirigentes Románov tenían un lugar reservado para los animales, familias de perros y gatos. Así como los perros fueron fusilados junto con sus dueños, los gatos fueron abandonados en el palacio, escapando de su cruel destino.
Los bolcheviques nacionalizaron el Ermitage, algo que supuso el inicio de un periodo traumático para el museo que duraría más de tres décadas. En los años 30, Stalin comenzó a vender el arte del Ermitage para financiar la industrialización soviética. (Las obras de arte antiguas compradas por el ingeniero estadounidense Andrew Mellon se convirtieron en la base de la Galería Nacional en Wasington D.C.).
Los días más oscuros llegaron durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el bloqueo de Leningrado, que duró 872 días, provocó la muerte de hasta 1,5 millones de personas. La colección del Ermitage fue evacuada a los Urales, únicamente se dejaron atrás unos pocos marcos vacíos. Mientras tanto, la ciudad moría de hambre. “Todos los animales desaparecieron de la ciudad, incluso las aves”, comenta Haltunen. “No había literalmente nada que comer”.
Salas vacías del Ermitage durante el sitio a la ciudad. Fuente: RIA Novosti.
Los gatos sirvieron de alimento a sus dueños y esta fue la única época en la historia del Ermitage en la que se ausentaron del museo. Tras la guerra, el Ermitage reclutó gatos nuevos procedentes de ciudades como Nóvgorod y Pskov. Mientras el país se estabilizaba, la creciente población de gatos del museo avanzó en paralelo a la expansión de sus obras. Cuando murió Stalin, el museo volvió a mostrar lienzos postimpresionistas y modernistas.
Un felino en casa
A principios de los 90, el colapso de la Unión Soviética dejó el Ermitage desierto. En el documental Ermitage Revealed, el director del museo, Mijaíl Piotrovski, recuerda que no había dinero suficiente ni siquiera para reparar el techo.
En 1995, poco después de comenzar a trabajar en el museo, Haltunen bajó al sótano y quedó petrificada al ver a docenas de gatos devolviéndole la mirada. Los gatos, como su casa, estaban hambrientos y abandonados.
Haltunen y un amigo comenzaron a bajar comida al sótano desde la cafetería para alimentarlos. Iniciaron también una campaña llamada “un rublo por gato” con el objetivo de recaudar dinero para comida y tratamiento médico, y se ganaron el apoyo de Piotrovski para dedicar el área del sótano al cuidado y mantenimiento de los gatos. Hoy en día, el lugar está lleno de rascadores, boles de comida y mantas colocadas sobre las estufas, donde los gatos se amontonan en invierno.
Bajo la dirección de Piotrovski, el museo tiene una nueva vida. Hace dos años abrió un innovador departamento de arte contemporáneo, y este verano albergó la bienal de arte Manifesta. Para la instalación de video “Sótano”, el artista danés Erik van Lieshout pasó nueve meses viviendo con los gatos en el sótano. “Los gatos son el alma de este edificio”, comenta Lieshout a RBTH. “Para mí son una subcultura”.

A pesar de que los gatos ya no vagan por los pasillos como hacían en la época de Catalina, los más sociales se aventuran a salir a los patios o a bajar a la orilla del río, parándose a rascarse las garras en la puerta de la entrada. Hoy en día todos tienen su propio “pasaporte” y ocupan a una dedicada legión de voluntarios y veterinarios. Existe incluso una fiesta anual en su honor, en la que los visitantes hacen cola para poder conocerlos (y adoptarlos).

Ahora ya no son tanto cazadores como embajadores culturales o “gatos caseros malcriados”, como bromea Haltunen, pero su presencia todavía desalienta a los ratones. Siguen siendo parte de la historia del Ermitage, igual de esencial que sus pinturas de Monet o su oro arcaico, o que los espléndidos muros del Palacio de Invierno.

La Galería Tretiakov se renovará en 2020 y tendrá vistas al Kremlin

El famoso complejo histórico de la galería Tretiakov en el pasaje Lavrúshinski, donde vivió la familia del fundador del museo, Pável Tretiakov, desde la década de 1850, se ampliará próximamente. Rem Koolhaas, legendario arquitecto ganador del premio Pritzker, será el consultor del proyecto, y los autores de las fachadas futuristas del nuevo edificio serán el despacho SPEECH y su director Serguéi Choban, creador del Museo de Dibujo Arquitectónico de Berlín.
Fuente: SPEECHFuente: SPEECH

¿Qué encontrarán los visitantes en la nueva superficie?

En el nuevo edificio, que se planea abrir en 2020, el público encontrará sobre todo la colección gráfica de la Galería Tretiakov. En él se abrirá un depósito y un “Gabinete gráfico”. Debido a la falta de espacio y a su poca tolerancia a la luz, esta parte de la colección siempre permanecía oculta a los visitantes, pero pronto se presentará al público en toda su riqueza.
Fuente: SPEECHFuente: SPEECH
La directora de la galería Tretiakov, Zelfira Tregúlova, en una entrevista para RBTH, indica como ejemplo inspirador la colección gráfica del Museo Albertina de Viena, que cuenta con 600.000 objetos de exposición y donde puede verse cualquiera de ellos pocos minutos después de seleccionarlos con la ayuda de un ordenador. Es imposible de recrear esto en Moscú, pero Tregúlova asegura que todo el mundo tendrá acceso libre a los dibujos, grabados y acuarelas: “Podrán pasear por los registros aunque no sean historiadores del arte. En este sentido, tendremos que apostar por una mejor organización y mayores esfuerzos, pero eso es parte de nuestro trabajo”.
Fuente: SPEECHFuente: SPEECH
El fundador de la galería, Pável Tretiakov, comenzó a coleccionar dibujos, acuarelas y grabados junto con las pinturas. Tras la revolución a su colección se añadieron objetos de otros museos y colecciones nacionalizadas y actualmente cuenta con más de 30.000 obras de arte de los siglos XVIII-XX. En ella hay de todo, desde clásicos, con las efectistas amazonas de Karl Briulov y los “Bosquejos bíblicos” de Alexander Ivanov hasta la vanguardia rusa e innovadores gráficos teatrales. De los bocetos para los “Ballets rusos” de Serguéi Diághilev obra de Lev Bakst, Alexandre Benois y Nikolái Rérij, hasta los dibujos para la legendaria ópera futurista “Victoria sobre el sol”, con vestuario de Kazimir Malévich.
Fuente: SPEECHFuente: SPEECH
Además de los distintos servicios y de la sala multifuncional para conferencias y pases de cine, en el nuevo edificio habrá un gran espacio para celebrar grandes exposiciones.

Un barco navegando hacia el Kremlin

Se planea terminar la construcción del edificio en 2019 e inaugurarlo en 2020. El plan prevé que su estructura se integre en el antiguo barrio de comerciantes de Zamoskvorechie, donde todavía hoy se conserva el espíritu de la antigua capital. Sin embargo, será muy distinto del edificio de la galería Tretiakov, parecido a una torre rusa.
Fuente: SPEECHFuente: SPEECH
El nuevo edificio tendrá la forma de un barco navegando hacia el Kremlin. Será una especie de entrada principal al complejo histórico construido a partir de la casa de los Tretiakov. Los cuadros estaban tan apretados en las salas que cubrían por completo la pared.
Según la idea de la dirección del museo, el nuevo edificio estará unido a la exposición principal por un corredor en el que se podrá descansar entre exposiciones o comer en un restaurante que tendrá unas espléndidas vistas a las estrellas del Kremlin.
“Las obras de construcción son muy importantes para nosotros y prestaremos una gran atención a la infraestructura que no tenemos en el edificio histórico principal del pasaje Lavrushinski. Deberá ofrecer todas las comodidades para que la gente entre en el museo y disfrute de la experiencia”, señala Zelfira Tregúlova.
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La gran galería de Moscú muestra la Rusia de antaño de una forma en que ningún manual de historia habría podido. Alberga diversas pinturas que representan la vida en la Rusia zarista, desde retratos de la élite hasta escenas de peregrinaje y la tranquilidad del campo.
Es difícil permanecer impasible, después de ver la espeluznante obra maestra de Vasili Vereschaguin  La apoteosis de la guerra. El lienzo al óleo, de una extensión de 127 X 197 cm y que probablemente sea la pintura más famosa de Vereschaguin, se remonta a 1871. Aquella fue la época en que el Imperio ruso se encontraba en su punto de máxima expansión e iba camino de extenderse desde Escandinavia por el Oeste, hasta el Océano Pacífico en el Este, hasta las mismas puertas de la India en el Sur. La Galería Estatal Tretiakov de Moscú muestra la historia rusa de una manera que no habría podido ningún manual de historia.
 Las puertas de Tamerlán y El triunfo. Fuente: wikipedia
Vereschagin viajaba por Asia Central cuando el Imperio ruso empezó a anexionarse un territorio tras otro, y se pueden trazar los viajes del artista a través de obras suyas como Las puertas de Tamerlán y El triunfo, otra gigantesca obra de arte que mide 195,5 X 257cm y muestra una mezquita azul en lo que actualmente es Uzbekistán.  El artista puso rumbo a la India y sus pinturas de aquel país son anteriores a las de la familia Roerich.
Los bogatyres de Víctor Vaznetsov es otra pintura enorme. Los tres grandes caballeros montados sobre sus caballos quedan aún más magnificados por los 295,3 X 446cm de lienzo. Dada la violenta historia de Rusia y su turbulento pasado, un considerable número de artistas representaron escenas bélicas. También hay diversas pinturas que muestran la vida de la Rusia zarista, desde retratos de la élite hasta escenas de peregrinaje y la tranquilidad del campo.
 
Los bogatyres. Fuente: wikipedia
En 1862 Vasili Púkirev pintó Matrimonio desigual, que representa la boda de un hombre de unos 60 años con una mujer que ni siquiera parece tener la mitad de años que su novio. La boda se celebra en una iglesia ortodoxa y el hombre parece pertenecer claramente a la élite de la época.
 Matrimonio desigual. Fuente: wikipedia
Púkirev estaba adelantado a su generación en lo que se refiere a su visión sobre los derechos de las mujeres. Otros artistas, como Illarión Pryánishnikov, nos muestran la vida durante los años 60 del siglo XIX tanto en el campo como en las ciudades.
En el cuadro Vacíos de Pryánishnikov, que muestra a un hombre de media edad en un trineo, tratando de mantener el calor en una fría tarde de invierno, es posible admirar lo escrito Dostoievski sobre los humildes campesinos rusos.
La galería también cuenta con una excelente colección de retratos: Vasili Perov pintó a dos de los más grandes escritores de Rusia, Alexander Ostrovski y Fiódor Dostoievski, mientras que la cartera de Iván Kramskói incluye a Lev Tolstói , el propio Pável Tretiakov y el artista Iván Shishkin, cuyo trabajo también es uno de los destacados en este museo.
Algunas de las imágenes más nítidas, que prácticamente parecen fotografías, fueron pintadas por otro de los grandes artistas del siglo. XIX, Iliá Repin. En la sala donde se expone su obra, los ojos furiosos de la princesa Sofía Alexéievna dan la bienvenida al visitante.
El artista pinta a una princesa enfadada, un año después de su clausura en el Monasterio de Novodévichi durante la ejecución de los Streltsí en 1698.
En otra de sus obras maestras Repin muestra los ojos horrorizados de Nikolái Mirlikiyski cuando está salvando a tres hombres inocentes que habían sido condenados a muerte. Repin también pintaba retratos, incluyendo uno de Lev Tolstóiy del compositor Alexander Glazunov, pero el artista es más conocido por sus grandiosas imágenes de acontecimientos de la vida real, como La procesión en la provincia de Kursk, presuntamente pintada en 1891.
Otra pintura icónica en la Galería Tretiakov es El demonio de Mijaíl Vrúbel.
 
El demonioFuente: wikipedia
La imagen del oscuro y apuesto demonio siempre ha provocado respuestas encontradas entre los visitantes.
La historia de la Galería Estatal Tretiakov se remonta a 1856 cuando el marchante moscovita Pável Mijáilovich Tretiakov compró obras de artistas rusos de su tiempo con el objetivo de crear una colección que algún día pudiera crecer hasta convertirse en un museo de arte nacional. En 1892, Tretiakov donó su colección, que contaba con cerca de 2000 obras, a la nación rusa.
Lo más interesante que he oído nunca sobre esa pintura proviene de una profesora rusa de arte que reside actualmente en Italia. Dice que el demonio se ve triste porque carga sobre sus hombros todo el peso y la carga de la tierra.
Las obras de Vrúbel han sido calificadas como simbolistas, pero tampoco se encasilló y  su mensaje queda al margen de las tendencias del arte moderno, de modo que sus obras ocupan un lugar destacado en la galería.
Todos los grandes artistas y escritores de Rusia han rendido un tributo especial a las gloriosas estaciones del año y a la espectacular naturaleza del país. El Otoño dorado de Isaac Levitán captura la belleza del otoño ruso, donde el color dominante del follaje es el amarillo dorado.
 
El Otoño dorado. Fuente: wikipedia
La galería también alberga otras obras maestras de este pintor que fue conocido por sus ‘paisajes del estado de ánimo’, incluyendo Atardecer, curso dorado, pintado desde una colina una tarde de verano y que muestra una iglesia ortodoxa blanca desde la orilla de un río
Pocos trabajos artísticos captan la esencia, la espiritualidad y la simplicidad de la vida estival en la Rusia rural de las postrimerías del siglo XIX como esta obra de Levitán.
La Galería Tretiakov siempre tiene algo que ofrecer a los apasionados del arte, la historia y la cultura rusa. Uno puede fácilmente perderse por el gran museo y por las obras maestras de los artistas.
Se construyeron salas especiales para albergar estos cuadros y se pintaron miles de bocetos. Además se tardaron años en completarlos. Los compraron algunas de las personas más ricas de la época. Aquí puedes ver estos cuadros que seguramente no entrarían en tu apartamento.

1. ‘El último día de Pompeya’, Karl Briullov, 1833

456.5 cm x 651 cm
Briullov tuvo la idea de hacer un gran lienzo sobre la destrucción de Pompeya durante un viaje a Nápoles y pasó seis años trabajando en Roma para poder completarlo. El artista estudió cuidadosamente las fuentes históricas de los archivos y, por supuesto, las ruinas de la propia ciudad.
La pintura fue un gran éxito. Primero se expuso en Milán y París y luego se llevó a San Petersburgo, donde se le entregó al zar Nicolás I como regalo. Inicialmente el lienzo se expuso en el Hermitage y toda la ciudad acudió a verlo. A finales del siglo XIX fue trasladado al Museo Ruso, donde permanece hasta hoy.

2. ‘La aparición de Cristo ante el pueblo’, Alexánder Ivanov, 1837-1857

540 cm x 750 cm
Ivanov trabajó en Italia durante 20 años para completar este lienzo. La familia real rusa pagó para que el cuadro fuera transportado a San Petersburgo, donde se exhibió junto con numerosos bocetos. Tras la muerte del artista, el zar Alejandro II compró el cuadro y lo donó al Museo Rumiántsev, el primer museo público de Moscú. Se construyó un edificio separado para ello y más tarde una sala independiente en la Galería Tretiakov, a la que se trasladó la pintura después de la Revolución de 1917.
Ivanov utilizó estatuas antiguas como modelos para las figuras de los peregrinos, los santos y el propio Cristo. Eso sí, trató de darles ciertos rasgos orientales. Y el rostro de un vagabundo con bastón (sentado a la derecha de la figura central de Juan Bautista) es considerado como un autorretrato del artista.

3. ‘Boyárina Morózova’, Vasili Súrikov, 1884-1887

304 cm x 587,5 cm
Esta obra maestra de la Galería Tretiakov muestra un trágico momento de la historia rusa: el cisma de la Iglesia. La boyárina (mujer noble) rica, a la que se le están quitando los grilletes, muestra dos dedos como símbolo de que su vieja fe no podrá quebrarse.
Súrikov nació y creció en Siberia, donde había muchos antiguos creyentes, por lo que siempre le interesó el tema del cisma. Los personajes, incluida la mujer noble, fueron esbozados a partir de encuentros aleatorios. En la sala del museo, junto al cuadro, se pueden ver los bocetos de sus retratos.

4. ‘Cristo y la mujer sorprendida en adulterio’, Vasili Polénov, 1888

325 cm x 611 cm
Polénov fue uno de los principales pintores religiosos rusos. Comenzó su Cristo y la mujer sorprendida en adulterio bajo la influencia de La aparición de Cristo ante el pueblo de Ivanov. Viajó a Oriente Medio en busca de inspiración y autenticidad. Hizo un gran número de bocetos de edificios y de gente local. Todos los trajes para los personajes los hizo personalmente la esposa de Polénov y el artista los pintó.
Con lo que consiguió al vender la pintura, que fue adquirida por el emperador Alejandro III, el artista compró una finca y mandó construir una casa, que ahora es el Museo Polénov. Allí reservó una sala especial para un boceto a escala real de la pintura. El original está expuesto en el Museo Ruso de San Petersburgo.

5. ‘Ceremonia de apertura del Consejo de Estado el 7 de mayo de 1901 con motivo del centenario de su fundación’, Iliá Repin, 1903

400 cm x 877 cm
El lienzo más grande de nuestra lista es obra de Iliá Repin. La obra es un “retrato de grupo”, encargada personalmente por el emperador Nicolás II.
Repin asistió a la sesión ceremonial del consejo y tomó una fotografía de grupo que le ayudó en su trabajo. Sin embargo, para hacer los bocetos de los retratos, cada miembro del consejo posó para el artista o sus ayudantes –Iván Kulikov y Borís Kustódiev– por separado.
Se suponía que Repin iba a retratar a Nicolás II pronunciando un discurso formal, pero el artista decidió añadir emoción y movimiento por lo que representó el momento en que se estaban distribuyendo las medallas. El zar aprobó personalmente los bocetos hechos por Repin.
Inicialmente el cuadro se exhibió en el palacio Mariinski de San Petersburgo, lugar original de la sesión del consejo. Posteriormente fue trasladado al Museo Ruso donde, junto con los bocetos, ocupa una enorme sala.
Haz clic aquí para ver 13 pinturas realistas que te ayudarán a entender el alma rusa. 
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