martes, 24 de julio de 2018

Prehistoria: los primeros hombres en Aragón


Prehistoria: los primeros hombres en Aragón

 

El Paleolítico en Aragón

Se sabe que los territorios del actual Aragón comienzan a poblarse hace unos 100.000 años. En este tiempo, el hombre que habita en estas tierras es el Neandertal (homo neanderthalensis).
Se ha llegado a la conclusión de que el hombre de Neandertal no es una especie antecesora del homo sapiens (el hombre actual), es una especie distinta que evolucionó paralelamente y que llegaron a convivir en el tiempo hasta la desaparición de los primeros hace 28.000 años aproximadamente.
El primer resto óseo fosilizado humano hallado en Aragón tiene una antigüedad de 45.000 años. Son varios molares y una falange hallados en la Cueva del Moro, en Gabasa (Huesca).
Un dato...
La palabra Paleolítico procede del griego y significa literalmente "piedra antigua", haciendo alusión a la forma de trabajar la piedra a golpes para obtener los objetos e instrumentos que usaban.         


La cultura musteriense es la propia del hombre de neandertal. En la Península Ibérica los comienzos del Musteriense se situarían en torno a los 50.000 años a.C. y hacia el 33.000 a.C. se irá extinguiendo esa cultura para dejar paso a las formas más evolucionadas del Paleolítico Superior.
Los hombres del Musteriense, con la llegada de los fríos de la glaciación de Würm, tienden a buscar cobijo en cuevas y en abrigos rocosos de escasa profundidad pero adecuada orientación. Allí establecen sus hogares y fogatas, y tallan sus instrumentos de piedra golpeándolos con otras piedras.
Estaban organizados en grupos reducidos que explotaban los recursos naturales del territorio próximo como depredadores del mismo, en la caza y en la recolección de vegetales silvestres. No se les conoce actividad artística figurativa alguna. Practican el canibalismo ritual.

sílex de la cultura musteriense
Los hombres de esta cultura poseían una especial habilidad en la obtención de lascas de sílex o de cuarcita mediante técnicas muy cuidadas. Entre los instrumentos que obtenían destacan distintas formas de puntas (para armas arrojadizas), raederas y denticulados (que debieron de emplearse tanto en el descuartizado y preparación de las piezas capturadas como en el trabajo de la madera y de las pieles). Junto a esos utensilios típicos del Musteriense coexisten otros como los bifaces (hachas de mano) de tradición 

El Paleolítico Superior

Con la llegada del Paleolítico superior se extinguirá el hombre de neandertal, pero antes había aparecido otro nuevo homínido, el homo sapiens, también llamado hombre de cromañón. Esta nueva especie humana posee ya nuestro genoma y es muy similar al ser humano actual. El hueso más antiguo de homo sapiens hallado en Aragón es una mandíbula masculina que apareció en la Cueva de las Graderas de Molinos (Teruel), de tan sólo 5.000 años de antigüedad, lo cual no quiere decir que no existiera en fechas anteriores, ya que por ejemplo las pinturas que se conservan en torno al Vero son del 22.000 a.C. y el hombre de Neandertal anterior no hizo ninguna manifestación artística.
 
Esta nueva especie perfeccionará cada vez más la industria lítica. Son nómadas, habitan en cuevas para refugiarse del intenso frío de las glaciaciones y por primera vez pintan en las paredes de sus cuevas. Esta es la única zona de la península ibérica donde conviven en un solo punto las tres manifestaciones más importantes pictóricas de la prehistoria: la pintura naturalista paleolítica, la levantina y la esquemática.
El Paleolítico Superior es la etapa peor conocida, centrándose los hallazgos en los conjuntos de arte rupestre de la Fuente del Trucho en Colungo (Huesca) con caballos en rojo y manos en este color o en negro, o la Cueva del Forcón en San Juan de Toledo (unos trazos marcados con los dedos sobre una superficie blanda de arcilla que reciben el nombre de 'maccaroni') y posiblemente los trazos digitales de Peñafiel en Paulés.
El abrigo de la Fuente del Trucho
Fuente del Trucho
Mano en negativo en la Fuente del Trucho
El conjunto rupestre está compuesto por distintas figuras que no guardan ninguna relación de conjunto. Encontramos once manos en negativo (todas rojas salvo tres manos negras), alguna de éstas presenta dedos incompletos. También se representan cinco caballos en rojo y series de puntos realizadas con huellas de dedos. La cueva, poco profunda, recibe en todas sus partes la luz del día y en el vestíbulo tiene grabados profundos con representación de animales.
El conjunto se fecha hacia el 22.000 a.C. y su interés primordial estriba en que no existen más pinturas del Paleolítico en la zona aragonesa, y éste lugar es el único en la península que tiene en sus proximidades dos abrigos con arte levantino y dos más de estilo esquemático, formando un conjunto único hasta el momento en el barranco de Villacantal.








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